El expresidente de los Estados Unidos Donald Trump retomó este jueves, 6 de junio, su campaña para lograr su regreso a la Casa Blanca, pero con la mirada puesta en los tribunales de apelación.
Su primera aparición la hizo en Arizona, luego de que fuera declarado culpable por pagos indebidos para silenciar noticias perjudiciales.
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Como era de esperarse, reiteró que el caso en su contra tiene motivaciones políticas y exigió que se revoque su condena en una apelación.
“Esas cortes de apelación tienen que actuar y arreglar las cosas o nos vamos a quedar sin país”, dijo Trump durante un evento en Phoenix organizado por Turning Point, una organización juvenil conservadora cuya influencia ha ido en aumento desde que Trump asumió el control del Partido Republicano.
Vale recodar, que un jurado definió por unanimidad que el empresario estuvo detrás de la trama de sobornos a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016. Esto, con el fin de encubrir los encuentros íntimos que habían mantenido y evitar la pérdida de simpatizantes.
De acuerdo a lo apuntado por CNN, el jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres, deliberó durante casi 12 horas durante dos días.
De hecho, el jurado pidió 30 minutos adicionales para completar los formularios de veredicto.
Poco después del anuncio, Trump escribió en sus redes sociales: “Mis derechos civiles han sido totalmente violados con esta caza de brujas altamente política, inconstitucional y que interfiere en las elecciones. ¡Se están riendo de nuestra nación fracasada en todo el mundo!”.
Trump está acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en su empresa en relación con el supuesto plan para ocultar historias potencialmente desfavorables sobre él.
El juicio se centra en un reembolso que Trump le hizo a su exabogado personal y «reparador», Michael Cohen. El hombre declaró que le ordenaron pagarle a Stormy Daniels 130.000 dólares a cambio de su silencio sobre su supuesta aventura con Trump.
Los fiscales han descrito esto como un intento de «influir ilegalmente» en las elecciones de 2016.
Realizar este tipo de pagos en los Estados Unidos no constituyen un delito. No obstante, la Fiscalía alegó que Trump no declaró ese dinero como gasto de campaña, por lo que violó la legislación electoral estadounidense.