El pasado 12 de septiembre, la comunidad de Carolina del Sur se vio sacudida por la trágica muerte de Lionel Ramírez Cervantes, un niño hispano, de ocho años, quien se ahogó tras escapar de su escuela.
De acuerdo con lo reseñado por la cadena Univisión, el niño, quien estaba dentro del espectro autista, salió corriendo del plantel educativo y fue encontrado cuatro horas después en un estanque cercano.
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Lionel asistía a una escuela en Carolina del Sur, donde recibía educación especial debido a su condición. El día del incidente, el niño logró salir del aula y brincar una cerca que rodeaba la escuela.
De inmediato, las autoridades escolares y locales iniciaron una búsqueda, pero lamentablemente, el desenlace fue fatal.
La noticia de su desaparición movilizó a la comunidad, que se unió en un esfuerzo desesperado por encontrarlo.
Voluntarios, policías y bomberos peinaron la zona durante horas, pero fue un equipo de buceo el que finalmente encontró el cuerpo de Lionel en un estanque a unos 300 metros de la escuela.
Este trágico suceso ha generado una ola de preguntas y preocupaciones sobre la seguridad en las escuelas, especialmente para los niños con necesidades especiales.
Los padres de Lionel han expresado su dolor y frustración, cuestionando cómo fue posible que su hijo escapara sin ser detenido por el personal escolar.
Las autoridades escolares han prometido una investigación exhaustiva para determinar las fallas en los protocolos de seguridad y evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.
SOBRE EL CUERPO DEL NIÑO
«No vimos signos de trauma ni de agresión alguna. El pequeño estaba completamente vestido y no vimos ningún tipo de lesión”, declaró Mike Ellis, subjefe forense de Greenville.
Añadió, el funcionario, que el cuerpo fue hallado a seis pies de profundidad y que las investigaciones continuarán.
Hobart Lewis, sheriff del condado de Greenville, declaró, por su parte: “Muchos corazones rotos en la escuela y esta comunidad hoy. Queremos dar las gracias a la comunidad que salió a ayudar a buscar a este niño. Tuvimos numerosos voluntarios que se presentaron para tratar de buscar en el bosque, para tratar de localizarlo”.
“Estamos devastados. Estamos devastados por perder a uno de nuestros hijos. Necesitamos unirnos, unirnos con el apoyo de los consejeros del distrito. Estamos aquí para la familia, en primer lugar, para nuestros estudiantes y nuestro personal”, aseveró Chris Ross, director de la Escuela Primaria Bells Crossing.
