Los más de 900 presos políticos recluidos en el Internado Judicial de Aragua, más conocido como cárcel de Tocorón, son víctimas de malos tratos, según denuncias presentadas por familiares al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
«Por terroristas se van a pudrir en la cárcel», le dicen, repetidamente, los custodios a los 952 presos políticos de Tocorón. Según sus familiares, lo han presionado para que acepten los delitos de los que le acusa el Ministerio Público.
«Los han estado coaccionando para que admitan los hechos, pero ellos están muy claros: nadie puede declararse culpable de un delito que no han cometido y que tampoco tienen pruebas», dijeron al OVP.
Supuestamente, los funcionarios de Tocorón les dicen que si aceptan los cargos van a rebajar sus penas. En caso contrario, les dicen que pueden pasar hasta 20 años en prisión, lo que preocupa a los presos políticos.
AUDIENCIAS DE MADRUGADA
Una de las denuncias indica que varios de los presos políticos tenían una fecha para sus audiencias preliminares. Sin embargo, las comenzaron a adelantar sin notificación, haciéndolas por Internet durante la medianoche o la madrugada.
Asimismo, los presos políticos no cuentan con abogados privados y los obligan a tener defensores públicos. «Solo se quedan callados y no defienden a nuestros familiares, quienes son inocentes», aseveran los denunciantes.
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De acuerdo a las acusaciones, los defensores no entregan los documentos enviados por los familiares de los presos políticos, como cartas de buena conducta, constancias de trabajo, estudio, deportivas o hasta informes médicos.
Por otra parte, las madres de los presos dicen que no les permiten llevar alimentos o agua. Solamente les permiten entrar a un cubículo por 10 minutos, en donde pueden hablar con su familiar por un teléfono, puesto que los separa un vidrio.
