La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, y la vicepresidente de ese país, Victoria Villarruel, protagonizaron una polémica tras la captura del gendarme argentino, Nahuel Agustín Gallo, en Venezuela.
Villarruel hizo una publicación esta tarde, en donde aseguró que «jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela». En tal sentido, criticó a las autoridades que permitieron a Gallo viajar al país en medio de una crisis diplomática entre ambos gobiernos.
«Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de seguridad, no opino de las sanciones y acciones que deberían tomar», dijo Villarruel en su cuenta de X (Twitter).
Aunque no mencionó a Bullrich, varios internautas consideraron que se trataba de una crítica a su gestión desde el Ministerio de Seguridad. Ante las críticas por las declaraciones, Villarruel eliminó la publicación.
RESPUESTA DE BULLRICH
Poco después, Bullrich consideró que era «vergonzosa» la publicación de Villarruel. Para la ministra, la vicepresidente usó el caso del gendarme «para juntar likes» y luego eliminó la publicación «cuando la repercusión no es la esperada».
«Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional. La autorización de viajes se otorga a través de la Dirección de Personal», acotó la ministra.
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Sra. Vicepresidente:
Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político.
Es claro que usted habla con total desconocimiento de… pic.twitter.com/JHjQDx3BEH
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) December 19, 2024
Bullrich aseguró que los argentinos «ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político». «Por eso le solicito que antes de emitir declaraciones, la próxima vez se informe», acotó la ministra, quien pidió a la vicepresidente evitar el aumento de sueldos en el Senado.
El caso del gendarme argentino ha agravado la crisis diplomática entre ambos países. Aunque Buenos Aires afirma que se trataba de un viaje personal, el gobierno de Maduro sostiene que era «un agente de inteligencia» con una «misión» en Venezuela.
