Un grupo de casi 200 migrantes abordaron este jueves varias embarcaciones en un puerto de Panamá con destino hacia la frontera de Colombia, en lo que parece ser una nueva ruta oficial para quienes no pudieron permanecer o cruzar hacia Estados Unidos.
La Administración de Donald Trump endureció las normativas para ingresar a Estados Unidos. De igual forma, ordenó deportaciones masivas para los migrantes que se encuentran irregularmente en ese país.
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Ante este escenario, varios migrantes desistieron en su objetivo de establecerse en Estados Unidos y optaron por regresar a Sudamérica. Así quedó en evidencia en la mañana de este jueves en un puerto panameño cercano a la selva del Darién.
Unos 180 migrantes abordaron tres barcos con destino a la localidad de La Miel, cerca de la frontera colombiana. A diferencia de las rutas que van hacia el norte, no se hacen paradas en las pequeñas islas de la zona.
DESTINO COLOMBIA
El objetivo de los migrantes es pasar la noche en un lugar seguro, sin bajar de los barcos, para llegar cerca del mediodía del viernes a La Miel. Luego abordarán otras embarcaciones hacia la localidad de Necoclí, en Colombia.
Fuentes dijeron a EFE que las autoridades migratorias de Panamá suministraron estas grandes embarcaciones de madera. Es una nueva estrategia para controlar el flujo de personas hacia el sur de una forma «más segura».
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El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, dijo el martes que algunos migrantes estaban haciendo el trayecto «de manera irregular o clandestina, contratando ellos directamente los botes a través de páginas que les ofrecen el servicio».
El gobierno panameño aseguró que iban a tomar medidas para regularizar el proceso y evitar el «tráfico de seres humanos». Además, reconoció la preocupación de que «retengan contra su voluntad y le exijan dinero» a los migrantes.
