Un hombre murió a manos de una turba enfurecida en São Paulo, Brasil, luego de que descubrieron que secuestró y abusó sexualmente de una niña de tan solo nueve años.
El sujeto identificado como Marco Antônio Bocker Jacob, de 61 años, era el encargado de un bar local. La niña se encontraba jugando con sus amigos, cuando el hombre la llamó ofreciéndole helado, posteriormente, la violó y amarró de pies y manos en un sótano.
Cuando la familia de la niña notó que no regresaba a casa, empezó la búsqueda por la comunidad. El padre de la pequeña notó que el dueño del bar tenía un rasguño en la cara y se portaba de forma sospechosa, incluso colocó música a todo volumen.
No obstante, su plan se desmoronó cuando personas en el sitio escucharon los gritos de una niña pidiendo ayuda. Hasta el lugar acudió la Brigada Militar de Brasil, que tras apartar varias cajas de cervezas de un depósito, encontraron una trampilla que daba con un calabozo subterráneo donde se encontraba la niña desde hace un día.
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Luego de que la niña identificó a su violador, los funcionarios lo detuvieron en el sitio. Sin embargo, antes de que lo sacaran del lugar una multitud de personas invadió el bar y lo golpeó hasta la muerte. De igual forma, destrozaron el local y el vehículo del depravado.
#3Mar | Una niña de 9 años fue abusada sexualmente por un hombre de 61 años en la ciudad de Tramandaí en Brasil. La menor fue localizada con las manos atadas en un escondite dentro de una tienda propiedad del aberrado, quien murió al ser linchado por la población.
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— Caraota Digital (@CaraotaDigital) March 3, 2025
La policía intentó frenar el linchamiento. Pidió refuerzos e incluso usó balas de goma, gas lacrimógeno y gas pimienta. Sin embargo, cuando consiguieron alejar a la multitud del acusado, ya estaba gravemente herido.
A pesar de lo confusa de la situación, Alexandre de Souza, jefe de la policía advirtió que todos los implicados en la muerte del depravado tendrán que rendir cuentas ante la justicia por homicidio. El funcionario precisó que en la golpiza participaron entre 40 y 50 personas.
Las autoridades entregaron a la niña a su familia, quienes afirmaron que harán «todo lo posible para hacerla feliz y ayudarla a olvidar esto».
El primer ministro de Brasil, Jacob tenía informó que el depravado tenía antecedentes por feminicidio, tráfico de drogas, robo de vehículos, crueldad animal y lesiones corporales.
