A Luke Pittard, un británico que trabajaba en McDonald’s, la vida le sonrío en 2006 cuando se ganó $ 1,9 millones en la lotería. Antes de sacarse el premio gordo, el hombre solo ganaba $ 9 la hora en un local de la cadena ubicado en Cardiff, Gales.
El sujeto laboraba allí junto a su novia, pero después de ese golpe de suerte, ambos renunciaron al empleo.
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No obstante, el caso del hombre se volvió viral ya que decidió volver a su antiguo puesto laboral en McDonald’s. Esto, después haber gastado gran parte del premio en una casa que compró y de disfrutar de unas excéntricas vacaciones en España.
Sin embargo, el dinero no fue la razón de ello. Pittard reveló que más por necesidades monetarias, regresó porque extrañaba a sus viejos amigos del restaurante.
“Hay tantas caras conocidas que fue como volver a un grupo de viejos amigos. Muchos de mis antiguos compañeros de trabajo de McDonald’s fueron a nuestra boda. Me había mantenido en contacto con ellos todo este tiempo, así que pensé: ‘¿Por qué no volver?’”, relató el hombre a la BBC.
“Solo puedes ir de compras un cierto número de veces antes de empezar a ver las mismas cosas. Todo para mí se estaba volviendo aburrido, repetitivo y subí de peso. No paraba de comer. Disfruto del trabajo. Es mejor que quedarse en casa todo el día”, añadió.
SU GERENTE, FELIZ CON SU REGRESO
Por su parte Katherine Jones, gerente del mencionado McDonald’s, expresó su felicidad por el regreso de Pittard. Ella lo consideraba un elemento vital dentro de grupo de trabajo. “Me alegro de que haya tenido tiempo para disfrutar de sus ganancias, pero me encanta tenerlo aquí. Es como si nunca se hubiera ido”, apuntó
Por último, Pittard sostuvo que algunas piensan que no está bien de la cabeza. “Yo les digo a todos que hay cosas más importantes en la vida que tener dinero”, puntualizó.
