Al menos 28 migrantes irregulares, incluidos dos venezolanos, resultaron capturados por la Armada de Colombia cuando intentaban seguir su camino hacia los Estados Unidos (EEUU), por lo que fueron entregados a Migración para que esta se encargue de deportarlos a sus países de origen.
La detención de los migrantes se realizó en la playa de Chucheros, ubicada en el suroeste de la nación neogranadina.
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Entre los migrantes, que se encontraban en una comunidad del Parque Natural de Urabá, en la región pacífica colombiana, se encontraban 20 ciudadanos de India, tres de China, incluido un menor de 10 años; dos de Bangladés, uno de Sudáfrica y los dos venezolanos.
Así lo detalló el teniente coronel de Infantería, Johann Guzmán, a través de un video difundido por las redes sociales.
PAGARON 1.000 DÓLARES A TRAFICANTES DE PERSONAS
En el clip, el uniformado indicó que los extranjeros habrían arribado dos semanas atrás al muelle turístico de Buenaventura. El mismo está ubicado 147 kilómetros al suroeste de Bogotá. Posteriormente, fueron trasladados a la playa de Chucheros, punto desde el cual seguirían su ruta hacia Norteamérica.
Guzmán aseguró que los extranjeros pagaron 1.000 dólares a supuestos traficantes de personas, aunque no informó que estos hayan sido detenidos. Algunos de los migrantes intentaron huir tras ser encontrados por las autoridades, agregó el militar.
Imágenes divulgadas por la Armada de Colombia muestran a los extranjeros mientras son hallados en una zona con amplia vegetación.
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Según la armada colombiana, en los últimos días otros 61 migrantes irregulares han sido rescatados en zonas costeras del Pacífico y el Caribe colombiano.
El pasado diciembre, las autoridades colombianas informaron sobre el desmantelamiento de una red de tráfico de migrantes que trasladaba a estas personas por rutas irregulares hacia el Darién, o por vía marítima a una isla del Caribe y desde allí hacia Centroamérica, según reseñó el medio La Jornada.
Aseguraron que entre los presuntos integrantes había miembros de la Armada. Estos, por un pago de 2.500 dólares, omitían reportar las lanchas detectadas por el sistema de vigilancia.
