Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes.
Los rastros de destrucción se extendían por varios de los jardines de la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida en la que están ubicadas las sedes de los ministerios y que culmina en la Plaza de los Tres Poderes.
Dentro de las edificaciones igualmente quedaron los rastros del violento ataque, con cientos de ventanales quebrados, sillas arrancadas, equipos destruidos y obras de arte damnificadas.
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DETENCIONES
Al menos 1.200 bolsonaristas quedaron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia.
Los bolsonaristas no reconocen la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales. Quedaron detenidos después de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en que se refugiaban.
Según el Ministerio de Justicia, los bolsonaristas detenidos los trasladaron en al menos 40 autobuses hasta la sede de la Policía Federal. Posteriormente, serán identificados para intentar establecer si participaron en los ataques violentos del domingo. Además, quedarán fichados por si en un futuro surgen pruebas en su contra.
Autoridades aclararon que solo quedarán arrestados los que participaron en los hechos vandálicos del domingo y los que tengan algún indicio en su contra.
🇧🇷 | Bolsonaristas robaron la copia original de la Constitución Federal de Brasil de 1988. pic.twitter.com/QpXT80nHbK
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A estas 1.200 personas se suman a otras 300 que habían sido detenidas el propio domingo, señaló EFE.
Trascendió que el desalojo lo realizaron de manera pacífica. El magistrado Alexandre de Moraes, uno de los once miembros de la Corte Suprema, ordenara el desmonte de todos los campamentos. Los manifestantes estaban frente a cuarteles militares del país y desde el que defendían un golpe de Estado en Brasil contra Lula.
Moraes, responsable por varias de las investigaciones contra Bolsonaro y sus seguidores por ataques a la democracia, ordenó las detenciones.
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🔴 #AHORA | Continúa la tensión en Brasilia, bolsonaristas continúan en la explanada del Ejecutivo y dañan el Ministerio de Hacienda. pic.twitter.com/FmfTjlbycY
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El campamento de los radicales en Brasilia, montado hace más de 70 días, desde que Lula se impuso en la segunda vuelta de las presidenciales, sirvió de base para los manifestantes que invadieron el domingo las sedes de los tres poderes de Brasil y fue el lugar al que regresaron tras su fracasado intento de forzar un golpe de Estado.
El número de radicales en el campamento frente al cuartel del Ejército venía cayendo desde la investidura de Lula, el 1 de enero pasado, y el jueves las autoridades contabilizaban unas 200 personas, pero el sábado saltó hasta unas 3.000 luego de que los bolsonaristas convocaran la manifestación del domingo.
Ante el caos generado por el asalto a los edificios públicos, Lula decretó la intervención federal del área de seguridad de Brasilia hasta el próximo 31 de enero, con lo que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno federal.
🔴 #AHORA | Fanáticos bolsonaristas agreden a un policía y apalean a un caballo en Brasilia. pic.twitter.com/GNw5VgYtKt
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El asalto al Congreso, la Presidencia y el Supremo solo se resolvió después de cuatro horas y media de desconcierto, cuando agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los exaltados que estaban dentro y fuera de los edificios de los tres poderes.