Por la Dra. Carmen Mantellini
Desde el año 2013 se celebra cada 10 de octubre el día mundial de la salud mental, a fin de ir aumentado la conciencia y barriendo el estigma que acompaña esta afección.
La Organización mundial de la salud pone en evidencia que solo en el primer año de pandemia se incrementó en un 25% el diagnóstico de ansiedad y depresión, así como el impacto que tiene en las nuevas generaciones el aumento en la tasa de suicidios en los jóvenes entre 15 y 29 años.
Como mujer y ginecólogo puedo confirmar el estigma al que hemos sido sometidas las mujeres históricamente, al minimizar el impacto que estos síntomas tienen en nosotras, por considerarlos secundarios a “simples trastornos hormonales” del ciclos menstrual.
Sin embargo ha cobrado fuerza la relación a factores psicosociales del género sobre estos cambios. Las mujeres sufrimos una mayor prevalencia de depresiones, ansiedad, estrés, somatizaciones y trastornos del comportamiento alimentario que está condicionado por los factores psicosociales de género, esto es, en relación a las obligaciones en el hogar, con los hijos así como también la “necesidad de verme bien”.
En la consulta ginecológica tenemos la oportunidad de brindar un espacio para conversar sobre esas afecciones de la vida cotidiana que inciden ciertamente en el ciclo menstrual, en el deseo sexual, en la vida de pareja, entre otras.
Si bien ciertamente las alteraciones hormonales pueden afectar nuestro estado de ánimo, en muchos casos, la causa de la alteración pudiera ser de origen psicológico y no viceversa, de ahí la importancia de la conversación en consulta.
Si sientes ansiedad, desanimo, pérdida del apetito, entre otros síntomas, es importante encontrar ayuda profesional para que puedas recuperar el bienestar y el ánimo para seguir adelante.
Para conocer de este y otros temas de interés visita mis redes sociales @dramantellini
Caraota Digital no se hace responsable por las opiniones, calificaciones y conceptos emitidos en las columnas de opinión publicadas en este medio.
