¿Quieres ser feliz trabajando?

¡Hazlo apasionándote por hacer feliz a otros gracias a él!

Caraota Digital
Por Caraota Digital 7 Min de Lectura
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Por María Laura García

El trabajo gana trascendencia cuando lo haces enfocado en lo feliz que serán otros gracias a él. Independientemente, si tratas o no, directamente con el receptor final, solo al imaginar sus sonrisas o su gratitud … créeme que serás muy feliz, tanto que eso que, a veces, resulta tedioso (trabajar), se convertirá en un gran estimulo de vida.

Sé que la remuneración es importante, porque muchos trabajamos para pagar todo lo que nos permite vivir o satisfacer nuestras necesidades materiales, pero conozco a muchos que teniendo sus gastos cubiertos no son felices haciendo sus labores y mucho menos le encuentran valor a su oficio y por consiguiente su propósito de vida no está claro, es decir, no sienten motivación.

Uff, y levantarse así debe ser tenaz. Imagínense, a mi que me cuesta un mundo levantarme temprano, si no fuera para hacer lo que me toca y que me encanta, pues no lo lograría.

¿Por qué y para qué trabajamos?

Estas son preguntas que muchos nos deberíamos hacer porque siempre, por una razón u otra, en algún momento de la vida pensamos en el valor real del trabajo como actividad creativa y productiva.

Ciertamente, mi experiencia me ha llevado a entender y asimilar que aprendemos a ser felices y plenos trabajando, solo cuando ponemos el foco en hacerlo muy bien para poder sentirnos orgullosos de nosotros y aún más cuando este trabajo logra llevar bienestar a los que nos rodean impactando positivamente sus vidas. Insisto, sé que el dinero es necesario, y que merecemos ser bien remunerados, pero si ese es nuestro único foco, nunca estaremos lo suficientemente contentos, pues entre mejor lo hagamos peor pagados nos sentiremos. Pregúntenmelo a mí. No sé si me explico.

Eso es como los profesores, médicos, choferes y muchos profesionales venezolanos, que lo hacen con amor y vocación, llevan el bien y económicamente son humillados. Lo que deja muy claro que solo la vocación, la pasión y el amor los mueve. Ellos son esos seres que forman parte de esa tribu de héroes invisibles mundialmente.

Nuestra capacidad de trabajo nos diferencia de otras especies…

Nosotros como seres humanos estamos dotados de la capacidad de pensar, querer y hacer, gracias a nuestras facultades superiores, es decir, la inteligencia, la voluntad y las emociones; que son nuestros mejores aliados para darle sentido a la vida de muchas formas posibles, entre ellas, precisamente trabajando. Y esto es lo que nos hace superiores y diferentes a otros seres vivos.

¿En algún momento has visto el trabajo no como una carga sino desde la visión de Dios?

Dios nos concede habilidades, dones, “talentos únicos” y nos pone a desempeñarnos en roles más actividades específicas que seguramente si fluimos desde el amor nos harán sentir muy bien y será de bienestar para muchos.

Sin duda, al menos para mí, el trabajo forma parte de nuestro plan de vida y debe gustarnos para que nos regale disfrute, y seguramente ese disfrute nos hará realizarlo con pasión.

Como ya lo dije … debemos hacerlo con amor para que, de frutos maravillosos, muchos que seguramente ni imaginamos. Calidad, carácter y ética son fundamentales para nuestro trabajo. Nuestro trabajo, y las decisiones que tomamos, deben basarse en esa ética, siempre enfocados en dar un trato justo a los demás, y con una clara expresión de amor hacia todas las personas.

Nuestro trabajo debe estar enfocado en el servicio a los demás para que este resulte una bendición para todos. El trabajo es un don de Dios, si y solo si, vemos a los demás como personas valiosas.

Beneficios del trabajo para la salud…

Un tradicional merengue dominicano dice: “Porque el trabajo para mí es un enemigo… El trabajar yo se lo dejo todo al buey … Porque el trabajo lo hizo Dios como castigo”. Pero seguramente, “el negrito del batey” desconocía todos los beneficios que esta actividad, tan necesaria para los que no nacimos ricos de cuna, brinda a la salud física y mental. Por eso, toma nota:

El trabajo reduce el aislamiento social, uno de los factores que mayor deterioro cognitivo produce. Además, otorga la posibilidad de establecer relaciones y tener un círculo cercano en el cual apoyarse en momentos de dificultades.
Por otra parte, salvo que se trate de un trabajo en el cual estemos siendo víctimas de acoso, tener un empleo mejora la autoestima.

Trabajar genera la sensación de estar haciendo “algo que útil”, por tanto, la actividad que se realice, aunque sea para otros, repercute favorablemente en uno mismo.

Asimismo, el trabajo permite ganar confianza, tener una mejor autoimagen, e incluso otorga a la persona la capacidad de verse y sentirse, un mejor individuo.

Más aún, recibir tareas por parte de los superiores hace que nos sintamos útiles, valiosos y seguro de nosotros mismos. Lo que, sin duda, incrementa la autoestima. Yo lo veo así.

Del mismo modo, trabajar ayuda a combatir la depresión. Aunque a veces nos cueste creerlo, es una de las mejores razones para levantarse en la mañana. Cuando no tengo ánimos mi sentido de la responsabilidad me lleva a pararme y a los 20 minutos: ¡Adiós tristeza y desgano! Una cosa es estar de vacaciones, y otra no tener nada que hacer. El descanso también cansa, y no tener nada que hacer por un tiempo prolongado, genera frustración y depresión.

Finalmente, si bien el trabajo puede generar estrés y hay momentos en los que no queremos que nos hablen del tema, los beneficios sociales y personales de la actividad productiva son innegables.
Así que solo por hoy, agradece poder disfrutar de todos los beneficios que te brinda el hecho de tener un empleo.

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