Se pensó que era un artefacto para coser, descubrieron que era un juguete sexual usado hace 2000 años por los romanos

Carlos Ramiro Chacín
Por Carlos Ramiro Chacín 3 Min de Lectura
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Un grupo de investigadores encontró en Vindolanda, un fuerte romano en Inglaterra, en 1992, lo que se pensó era una herramienta para coser. Sin embargo, 30 años después, especialistas descubrieron que se trata de un juguete sexual usado en la época.

El estudio fue publicado en la revista Antiquity y analizó que el artefacto es un juguete sexual del periodo romano. Los investigadores fueron Rob Collins, de la Universidad de Newcastle, y Rob Sands, de la University College de Dublín.

“El tamaño del falo y el hecho de que fue tallado en madera plantean una serie de preguntas sobre su uso en la Antigüedad”, explicó Collins en el estudio. “Sabemos que los antiguos griegos y romanos utilizaban instrumentos sexuales”, agregó.

El objeto fue encontrado en las ruinas de un fuerte romano en Inglaterra. Foto: cortesía

Collins dijo que todavía no están seguros de la función de este artefacto, aunque hay evidencias de que los romanos utilizaban juguetes sexuales. “Este hallado en Vindolanda podría ser un ejemplo de ello”, acotó.

SI NO ERA UN JUGUETE, PUDO SER UN MORTERO

Igualmente, los investigadores creen que si no era un juguete sexual, se trataba de un mortero erecto. Asimismo, indicaron que también podría ser un amuleto de buena suerte, dado que así eran estas herramientas en las épocas romanas.

“Si no se usó como un instrumento sexual, entonces el objeto de unos 2000 años de antigüedad podría haber sido un mortero erecto en forma de pene, o podría haber sido una característica de una estatua que la gente tocaba para tener buena suerte”, indicaron.

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El juguete fue encontrado en 1992. Foto: cortesía

No obstante, los investigadores insisten en que se trata de un juguete sexual, dado que el artefacto tiene un estado de conversación “muy bueno”. Por tanto, explican que “no estuvo expuesto a los elementos”, sino que estuvo dentro de la vivienda.

Para los investigadores, “no es problemático” interpretar el “falo”, pero decir que es un juguete sexual “es más difícil e incómodo”. “Debemos estar preparados para aceptar la presencia de consoladores y la manifestación de prácticas sexuales en la cultura material del pasado”, exponen.

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