Un incidente aéreo que pudo haber terminado en tragedia fue evitado gracias a la rápida reacción de la tripulación de un vuelo comercial de Southwest Airlines en el Aeropuerto Internacional Midway de Chicago (EEUU).
Lo que reportaron medios locales, es que este martes por la mañana un avión comercial y un jet privado estuvieron a punto de colisionar en la pista de aterrizaje.
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La situación llevó a la tripulación del vuelo 2504 de Southwest Airlines, que se aproximaba a la pista, a realizar una maniobra de emergencia conocida como «aproximación frustrada» para evitar el impacto.
El incidente ocurrió cuando el Boeing 737 de Southwest Airlines se acercaba a la pista y los pilotos notaron que un jet privado estaba en la trayectoria de aterrizaje.
Ante el riesgo inminente de colisión, los pilotos abortaron el descenso y retomaron altura, evitando así el choque.
Las imágenes captadas por la plataforma de transmisión en vivo StreamTime Live muestran el momento crítico en que ambas aeronaves estuvieron a punto de colisionar antes de que el avión comercial realizara la maniobra evasiva.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha anunciado que abrirá una investigación para determinar las causas del incidente y si hubo errores en la comunicación con la torre de control.
La FAA ha subrayado que la seguridad es su máxima prioridad y revisará todos los factores relacionados con la aproximación frustrada.
AUMENTO DE TRÁFICO AÉREO EN CHICAGO
El Aeropuerto Internacional Midway, uno de los más concurridos de la ciudad, ha experimentado un aumento en el tráfico aéreo en los últimos años, lo que ha incrementado la carga de trabajo de los controladores de tráfico aéreo y las tripulaciones de vuelo.
Este incidente se produce en un contexto de crecientes preocupaciones sobre la seguridad aérea en Estados Unidos. En enero, una colisión catastrófica en pleno vuelo ocurrió sobre el río Potomac cerca de Washington, D.C., involucrando a un avión de American Airlines y un helicóptero del ejército de Estados Unidos.
Estos eventos han llevado a la FAA y a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) a evaluar mejoras en los protocolos de seguridad aérea y la comunicación entre pilotos y controladores.
