El presidente electo de EEUU, Donald Trump, planea firmar una serie de órdenes ejecutivas en su primer día de mandato, enfocadas en la migración y seguridad fronteriza.
Entre las medidas más destacadas se encuentra la reinstauración del Título 42, una política utilizada durante la pandemia de COVID-19 para expulsar rápidamente a migrantes irregulares de los Estados Unidos.
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La anterior medida permitiría la deportación de hasta un millón de migrantes en el primer año.
Otra de las órdenes ejecutivas que Trump podría firmar es la eliminación de la ciudadanía por nacimiento. Esta medida busca restringir el derecho a la nacionalidad para los hijos de migrantes nacidos en Estados Unidos.
Esta propuesta enfrenta desafíos legales y constitucionales, pero refleja la intención de Trump de endurecer las políticas migratorias desde el inicio de su mandato.
Además, Trump planea reanudar la construcción del muro fronterizo, un proyecto que se convirtió en uno de los símbolos de su administración previa.
La continuación de este muro y creación de centros de detención para migrantes en espera de deportación son parte de su estrategia para frenar la migración ilegal. Estas medidas podrían tensar las relaciones diplomáticas con México y otros países de la región.
El equipo de Trump también propuso ampliar el alcance del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Esto, delegando facultades a cuerpos policiales estatales y locales.
Esta última acción busca aumentar la cooperación entre las autoridades locales y federales para la detención y deportación de migrantes irregulares.
Finalmente, Trump ha prometido declarar una emergencia nacional por inmigración ilegal, lo que le permitiría movilizar recursos federales para las deportaciones masivas.