La tormenta tropical Francine ha dejado un rastro de devastación a su paso por la costa del Golfo de México, afectando principalmente a los estados de Luisiana y Misisipi (EEUU).
De acuerdo con los reportes de medios locales, más de 400.000 hogares y negocios se encuentran sin electricidad debido a los fuertes vientos y lluvias torrenciales que acompañaron a la tormenta.
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Las autoridades locales han declarado el estado de emergencia e instado a los residentes a permanecer en sus hogares mientras se llevan a cabo las labores de rescate y reparación.
Francine, que inicialmente tocó tierra como un huracán de categoría 2, se debilitó rápidamente a una depresión tropical al avanzar hacia el interior del país norteamericano.
A pesar de la disminución en la intensidad de los vientos, la tormenta sigue representando una amenaza significativa debido a las inundaciones que ha provocado en varias áreas.
Las ciudades costeras, incluyendo Nueva Orleans, han experimentado inundaciones severas, y se espera que las lluvias continúen en los próximos días.
SIN SUMINISTRO ELÉCTRICO
El impacto de Francine ha sido particularmente severo en Luisiana, donde más de 372.000 clientes se encuentran sin suministro eléctrico. En Misisipi, alrededor de 30.000 hogares también están a oscuras.
Las autoridades han desplegado equipos de emergencia para restaurar el servicio eléctrico y proporcionar asistencia a las comunidades afectadas. Sin embargo, se anticipa que la recuperación será un proceso lento debido a la magnitud de los daños.
Además de los cortes de electricidad, la tormenta ha causado daños significativos a la infraestructura. Árboles caídos y líneas eléctricas derribadas han bloqueado carreteras y dañado viviendas en varias localidades.
El Centro Nacional de Huracanes ha pronosticado que Francine continuará debilitándose a medida que se desplaza hacia el norte, pero las lluvias intensas seguirán siendo una preocupación en los estados afectados.
