Los bomberos están luchando por controlar un gran incendio forestal al norte de Los Ángeles (EEUU), conocido como el «incendio Hughes».
De acuerdo con los reportes, este incendio comenzó este miércoles, 22 de enero, y ha arrasado con casi 41 kilómetros cuadrados de árboles y matorrales cerca del lago Castaic, una popular área recreativa.
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En consecuencia, más de 50.000 personas han recibido órdenes o advertencias de evacuación debido a la rápida propagación del fuego.
El incendio Hughes ha sido particularmente desafiante debido a las condiciones climáticas extremas.
Aunque los vientos no eran tan fuertes como en incendios anteriores, las autoridades han emitido advertencias de bandera roja por riesgo crítico.
Asimismo, se informó que los equipos aéreos han arrojado decenas de miles de galones de retardante de fuego para intentar controlar el avance del incendio.
Para la noche del miércoles, aproximadamente el 14 % del incendio había sido contenido, según el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone.
Sin embargo, las advertencias de evacuación se han extendido hasta el viernes en los condados de Los Ángeles y Ventura.
Las autoridades continúan preocupadas por la posibilidad de que los incendios de Palisades y Eaton rompan sus líneas de contención.
Más de 31.000 personas han recibido órdenes de evacuación, y otras 23.000 están bajo advertencias para desalojar.
Aunque no se han reportado daños en estructuras ni heridos, las autoridades han cerrado partes de la Interestatal 5 –cerca del incendio Hughes– para permitir el paso de vehículos de emergencia y prevenir accidentes debido al humo.
