El gobernador demócrata de Nueva Jersey, Phil Murphy, causó todo un revuelo al confesar que tiene a una migrante irregular viviendo en su casa.
La sorprendente declaración tuvo lugar durante un foro público, donde Murphy expresó su frustración con las políticas migratorias del gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump.
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«No voy a dar muchos detalles, pero hay alguien en nuestro entorno cuyo estatus migratorio no está del todo definido», dijo Murphy de acuerdo con medios locales.
«Y nos dijimos: ‘¿Sabes qué? Vamos a traerla a vivir a casa, encima de nuestro garaje'», reveló el funcionario.
Como era de esperarse, la confesión del gobernador ha generado diversas reacciones.
Algunos han elogiado su valentía y disposición a desafiar las políticas migratorias del gobierno. Otros, en cambio, han criticado su accionar, argumentando que está violando la ley y poniendo en riesgo la seguridad del país.
Murphy, por su parte, defendió su decisión, argumentando que está ayudando a una persona que lo necesita. «No voy a dejar que nadie sea deportado por una cuestión burocrática», afirmó. «Si los federales vienen a por ella, ¡buena suerte!», agregó.
La declaración de Murphy es significativa porque es una de las pocas voces dentro del Partido Demócrata que se han levantado abiertamente contra las políticas de deportación del gobierno de Trump.
Para muchos analistas, Murphy, al alzar su voz, busca llamar la atención sobre estas cuestiones y promover un debate más inclusivo y humanitario.
