El reciente nombramiento de Nathan Hochman como nuevo fiscal de Los Ángeles (EEUU) ha generado una serie de cambios en su oficina que podrían afectar significativamente el caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez.
Condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, los hermanos Menéndez buscan una reducción de sus sentencias basándose en nuevas evidencias de posible abuso sexual por parte de su padre.
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Sin embargo, la salida de dos ayudantes del anterior fiscal, George Gascón, que apoyaban esta reducción, parece que complicó los esfuerzos.
Hochman, quien asumió el cargo el 3 de diciembre tras derrotar a Gascón en las elecciones, cuestionó la gestión de su predecesor en el caso de los hermanos Menéndez, sugiriendo que el resurgimiento del caso era una «maniobra política» cercana a las elecciones.
En octubre, Gascón había anunciado que la fiscalía estaba evaluando nuevas evidencias y solicitó a un juez que redujera las sentencias de cadena perpetua sin libertad condicional que actualmente cumplen los hermanos.
El caso de los hermanos Menéndez resurgió en gran parte gracias al estreno de la serie de Netflix «Monsters» y un documental que revisa los acontecimientos del primer juicio, que resultó sin veredicto, y el segundo juicio, que definió su destino, pero excluyó pruebas de supuesto abuso sexual.
El juez Michael Jesic aplazó una audiencia prevista para el 11 de diciembre al 30 y 31 de enero, esperando la opinión de Hochman sobre el caso.
El gobernador de California, Gavin Newsom, quien podría otorgar clemencia a los hermanos, decidió por su parte aplazar cualquier decisión en deferencia a Hochman.
En tanto, la comunidad estadounidense y, en especial los defensores de los hermanos Menéndez, esperan que la revisión de las nuevas evidencias pueda llevar a una reconsideración de sus sentencias. Esto, aunque los recientes cambios en la oficina del fiscal añaden una capa de incertidumbre al futuro de este caso.