Este domingo, 26 de enero, un operativo de gran escala llevado a cabo por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en el norte de Texas (EEUU) culminó con la detención de 84 supuestos migrantes irregulares.
De acuerdo con medios locales, las acciones se desarrollaron en varias localidades, incluyendo Dallas, Fort Worth, Irving y áreas del condado de Collin.
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Este operativo forma parte de un esfuerzo continuo de las autoridades para abordar la inmigración irregular en la región.
Se informó que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Houston colaboró en lo que describieron como “operaciones específicas mejoradas”.
Asimismo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que el Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés) de dicho estado también participó en las acciones, reforzando la coordinación entre agencias estatales y federales.
El contexto de estas detenciones se enmarca en un cambio significativo en las políticas de inmigración tras la llegada de la administración de Donald Trump.
Como se sabe, una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Trump fue la revocación de una política implementada durante la administración de Joe Biden, que restringía los arrestos por parte de agentes de inmigración en lugares considerados “ubicaciones sensibles”, como escuelas, iglesias y otros espacios comunitarios o lugares de culto.
En línea con estas modificaciones, el gobierno de Trump ha intensificado los esfuerzos para llevar a cabo arrestos masivos de migrantes indocumentados.
El pasado jueves, cientos de personas identificadas como “criminales migrantes ilegales” fueron detenidas y deportadas en aviones militares, según información proporcionada por la Casa Blanca.
El enfoque de la administración actual en materia de migración ha sido delineado por el denominado “zar de la frontera”, Tom Homan. Este funcionario ha reiterado que las operaciones de gran escala en lugares de trabajo que emplean a migrantes indocumentados serán reactivadas.
Homan enfatizó que los esfuerzos de ICE se centrarán principalmente en migrantes indocumentados con antecedentes penales.
Sin embargo, también señaló que cualquier persona que se encuentre en el país de manera irregular podría ser detenida durante estas operaciones. Lo catalogó como “arrestos colaterales”. Estas detenciones ocurren cuando agentes de migración encuentran a personas sin documentos legales mientras buscan a individuos con antecedentes criminales.