Un migrante venezolano, quien conducía en estado de ebriedad, ocasionó la muerte de Ivory Smith, una niña de tan solo 7 años en Houston.
Joel González Chacín, de 41 años, compareció este martes por los hechos ocurridos el 1 de diciembre. El venezolano enfrenta cargos por homicidio por intoxicación. Además, dejó a la mamá de la niña en estado grave y los galenos ya le han advertido que tendrá que atravesar una larga recuperación.
El accidente ocurrió el pasado domingo por la noche en la cuadra 10900 de Bammel North Houston Road. Según las autoridades, González Chacín se habría pasado un semáforo en rojo antes de estrellar su vehículo contra el automóvil en el que viajaban Ivory y su madre. La menor murió en el lugar, mientras que Christina sufrió lesiones severas.
“Su vida ha cambiado para siempre”, afirmó Sharhonda Collins, miembro de la familia, durante la audiencia judicial. “No solo perdió a su hija, sino también la posibilidad de vivir la vida como antes”.
SE DIO A LA FUGA TRAS EL CHOQUE
El caso ha generado indignación no solo por la muerte de la pequeña, sino también por las acciones del acusado tras el choque. Según los fiscales, González Chacín, en lugar de ofrecer ayuda, salió del vehículo y comenzó a tomar fotografías del accidente, reseñó el medio click2houston.
“Es algo que nunca habíamos visto antes”, dijo un representante de la División de Delitos Vehiculares del Condado de Harris. Luego de fotografiar la dantesca escena que había ocasionado, no llamó a los servicios de emergencia, sino que se dio a la fuga.
Aunque su fianza se fijó en 150.000 dólares, una orden de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) complica su posible liberación. Además, los fiscales han solicitado que, de ser liberado, se le imponga un monitor de tobillo SCRAM para detectar cualquier consumo de alcohol.
“Esto no debería haber ocurrido. Es un delito completamente prevenible. Beber y conducir no solo mata, sino que destruye familias enteras”, enfatizó uno de los fiscales.
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En la audiencia del martes, Sharhonda Collins expresó su frustración: “Las leyes actuales no son lo suficientemente estrictas. Necesitamos sanciones más severas para quienes conducen bajo los efectos del alcohol. No podemos seguir permitiendo que familias como la nuestra sufran esta devastación”.
Ivory, una niña vibrante y llena de vida, era conocida por su amor por la gimnasia y el baile. Su abuela la describió como “el centro de nuestras vidas” y alguien que “iluminaba cualquier habitación a la que entrara”. Ahora, su familia se encuentra planificando un funeral que jamás imaginaron.
Mientras esperan la próxima audiencia, programada para el 6 de febrero, los familiares están enfocados en apoyar a Christina durante su recuperación y en honrar la memoria de Ivory.
“Queremos que su historia sea un recordatorio de lo devastadoras que son las consecuencias de conducir ebrio”, dijo Collins. “No descansaremos hasta que se haga justicia por ella y hasta que el sistema cambie para proteger a los inocentes”.
