Este jueves, 6 de marzo, la base naval de Pensacola, en Florida (EEUU), fue el escenario de un incidente alarmante que llevó al cierre temporal de sus accesos.
Según informes oficiales, se recibió un aviso sobre un posible tirador activo en Corry Station, una instalación militar cercana.
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Este reporte activó una respuesta inmediata por parte de las fuerzas de seguridad de la Marina de los Estados Unidos y la policía local, quienes implementaron protocolos de emergencia para garantizar la seguridad del personal militar y sus familias.
El capitán Chandra Newman, comandante de la base, destacó la rapidez y coordinación de su equipo de seguridad con las autoridades locales.
En un comunicado, Newman subrayó que la prioridad siempre es proteger a las personas dentro de la base. Como medida preventiva, se cerraron las puertas de entrada y salida tanto de Corry Station como de la base principal de Pensacola. Así se limitó el acceso a la zona afectada.
“Nuestro equipo de seguridad está respondiendo rápidamente con nuestros socios de las fuerzas del orden”, declaró.
El operativo de emergencia incluyó la movilización de más de 200 vehículos de respuesta de distintas agencias, entre ellos la Policía de Pensacola, la Patrulla de Carreteras de Florida, bomberos y ambulancias.
Además, se instalaron helicópteros de evacuación médica en caso de que hubiera víctimas. Afortunadamente, las autoridades confirmaron que no se encontraron pruebas de disparos ni víctimas, descartando la presencia de un tirador activo.
Aunque el reporte inicial generó preocupación, la rápida acción de las fuerzas de seguridad permitió descartar cualquier peligro real y restablecer la calma en la base.
De hecho, luego de completar la revisión, el sheriff Chip Simmons declaró en conferencia de prensa. Confirmó que no se encontraron señales de un tirador ni personas heridas. “No hay evidencia de un tirador activo ni víctimas”, afirmó el oficial.