Extorsiones, desnutrición y precarias condiciones de salud: ONG expone irregularidades en penal de Yare II

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 4 Min de Lectura
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presos

El Observatorio Venezolano de Prisiones expuso las precarias condiciones en la que se encuentran los privados de libertad en Venezuela. En especial, destacaron que los que peor la pasan son los presos por razones políticas.

«Sin agua ni comida, en una pequeña celda de 2×2, aíslan durante largas horas a los presos políticos que se quejan por sus precarias condiciones de encarcelamiento en el Centro Penitenciario Metropolitano Yare II, estado Miranda», indicó el organismo en Twitter (X).

Asimismo, afirmaron que el propio director del penal los extorsiona. Los presos políticos tendrían que pagar una «causa» de $10 a $30 o de lo contrario, les mandan a reclusos comunes para que los extorsionen, según la ONG.

«Se conoció que el director del penal les quitó una cocina que tenían habilitada en su módulo, así como también le prohibió a los presos sociales que les presten cualquier tipo de ayuda, ni siquiera una llamada telefónica», añadió.

Pero sin duda los que peor la pasan son aquellos que sufren de alguna condición médica. Yare II no cuenta con atención médica para los privados de libertad, ni medicamentos. Afirmaron que ocasionalmente realizan «simulacros» de revisión personal, que no ofrecen mayores soluciones.

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«A través de redes sociales también se ha conocido el caso del Ing. Guillermo Zárraga, quien sufrió un síncope cardíaco y ha rebajado más de 30 kilos. Tiene problemas respiratorios y no puede caminar, aunado a que además fue operado de un bypass. Aun así no recibe ayuda», manifestó el observatorio.

A la precaria situación de salud se suma las condiciones del agua que toman. Los presos no tienen acceso a un servicio tan importante como el agua potable. Los organismos carcelarios les distribuyen agua a través de cisternas, que la tienen que almacenar con los potes que tienen en los baños. Posteriormente, deben usar pastillas para poder beberla.

«El filtrado que realizan los reclusos no garantiza la condición de potabilidad del agua, por lo tanto no es apta para ingerirla. Según un experto en bacteriología del Observatorio Venezolano de Prisiones, es necesario complementar ese procedimiento con un balance químico y tratamiento bacteriológico», acotó.

En cuanto a la alimentación, los presos de Yare II solo comen arepa sin relleno o con mortadela, arroz con granos o arepa con granos en el almuerzo, y de cena nuevamente arepa con mortadela, afirmó la ONG.

«Para el ingreso de la paquetería deben pagar otra ‘causa’, lo que por si fuera poco tampoco les garantiza su derecho a la alimentación. Si los familiares les envían $20 en comida, tienen que pagar $10 para que se las dejen pasar», concluyó.

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